Menopausia

En la menopausia se produce un cese de la actividad ovárica y una disminución de la producción endógena de estrógeno. 

Este proceso se puede producir a partir de los 45 años, aunque es más frecuente que aparezca a partir de los 50 años. Se considera menopausia cuando se produce ausencia de la menstruación durante un mínimo de 12 meses.

Los principales síntomas que se pueden producir en la menopausia son sofocos, insomnio, irritabilidad y sequedad vaginal.

Adicionalmente, como consecuencia de la disminución de estrógeno, se produce una pérdida de la masa ósea que puede dar lugar a osteoporosis.

Por otro lado, en la menopausia también disminuye la formación de colágeno, afectando a la elasticidad de la piel, y se producen cambios metabólicos, como por ejemplo una redistribución de la grasa corporal.

Un estudio reciente, realizado en varios países, indica que dos tercios de las mujeres entre 40 y 55 años sufren, al menos, de algún síntoma, siendo los sofocos el más común. Sin embargo, solo una tercera parte de las mujeres que sufren estos síntomas acuden a el/la ginecólogo/a en busca de un tratamiento.

Actualmente existen diferentes tratamientos disponibles en el mercado para paliar los síntomas moderados y severos de la menopausia. De entre ellos destaca el tratamiento hormonal, que consiste en la administración de estradiol por vía oral o por vía transdérmica, incluyendo presentaciones en gel, parche y soluciones para pulverización.