Miomas Uterinos

Algunos miomas no producen síntomas y son un hallazgo casual durante una exploración ginecológica de rutina o ante otras exploraciones del abdomen.

Sin embargo, los que sí generan síntomas pueden causar:

• Sangrado menstrual anormal, caracterizado por sangrados abundantes o ciclos más frecuentes.
• Distorsiones anatómicas del útero que pueden originar síntomas tales como dolor pélvico y molestias durante las relaciones sexuales.
• Síntomas causados por el aumento del volumen de los miomas, como la compresión de órganos adyacentes: vejiga (alteraciones en la micción), intestino (estreñimiento).
• Dificultad para la concepción o la implantación del embrión. Durante la gestación, su presencia puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo, nacimientos prematuros, así como hacer más difícil el parto.

Generalmente, los miomas se diagnostican con una correcta historia clínica y una exploración ginecológica mediante tacto vaginal, que permite detectar el tamaño, la forma, la consistencia y si el mioma es único o múltiple.

Muchos miomas no producen síntomas, por lo que no todas las mujeres con miomas uterinos necesitan tratamiento. En aquellas con miomas sintomáticos, el objetivo de los tratamientos actuales suele ser reducir los síntomas (sangrado, dolor) y reducir el tamaño o eliminar los miomas.