Aunque no hay una manera objetiva de establecer si una mujer sufre de SMA, la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) ha establecido unos límites de normalidad de ciclo con el objetivo de facilitar el diagnóstico. Un ciclo normal dura entre 4 y 8 días, y la cantidad de sangre que se pierde durante este periodo es de 5-80 mL.
Por tanto, como regla general, si la menstruación dura más de 8 días o si se deben cambiar los tampones o compresas 3-4 o más veces al día, se recomienda acudir al médico. Aun así, los expertos aclaran que debido a la dificultad para medir el sangrado menstrual y a la presencia de diversos factores que influyen en esta medida, la mujer también debe sentir que el sangrado interfiere significativamente en su calidad de vida.
Asimismo, debido a la pérdida abundante de sangre, es bastante habitual desarrollar anemia. La anemia se puede detectar por los siguientes síntomas: palidez, cansancio, sentimiento de falta de aire, fatiga muscular, taquicardia, alteraciones de la visión y dolor de cabeza.