- La percepción del dolor por profesionales sanitarios es distinta a la que tienen las pacientes.
- Algunas mujeres rechazan la utilización de un DIU o la realización de intervenciones ginecológicas ambulatorias por miedo al dolor.
Madrid, 17 de octubre de 2022. Este lunes se celebra el Día Mundial del Dolor, promovido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de recordar la importancia de seguir trabajando para mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen, poniendo a su disposición fármacos para mitigarlo.
La compañía farmacéutica Gedeon Richter, especializada en la salud de la mujer, quiere hacer hincapié este año en el dolor que sufren las mujeres en la consulta ginecológica, ya sea en una revisión de rutina o en la realización de una intervención ambulatoria.
Miguel Ángel Losada, director médico de Gedeon Richter, recuerda que la salud de la mujer es prioritaria para la compañía “no dejamos de lado aquellos medicamentos que pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las mujeres. Disponemos de formulaciones hormonales para la sintomatología menopaúsica; medicamentos para el tratamiento de patología uterina benigna; infecciones vaginales; anestésicos de uso ginecológico; medicación específica para tratamientos de fertilidad y finalmente medicamentos biosimilares para la salud ósea.”
Dolor en intervenciones ambulatorias
Históricamente, las mujeres han estado predispuestas a sufrir molestias en intervenciones como histeroscopias, inserciones de DIU o biopsias cervicales y endometriales.
El doctor Josep Vicent Carmona, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Francesc De Borja de Gandía, destaca que “hay diferencias entre la percepción del dolor por parte de parte del facultativo y la paciente; el facultativo suele considerar que el procedimiento produce poco dolor, o que es tolerable, pero la sensibilidad diferente de las pacientes hace que para ellas pueda ser un dolor importante”
La histeroscopia ambulatoria ha supuesto una revolución en la ginecología porque ha permitido acceder a la cavidad endometrial para tratar patologías como los miomas, los pólipos o los sangrados irregulares sin necesidad de una anestesia general o de un ingreso; “ahora vemos y tratamos en el mismo momento”, indica el doctor Carmona. “Los instrumentales han ido avanzando; con diámetros muy pequeñitos, de seis milímetros (que hasta hace poco sólo se usaban para diagnóstico y tomar alguna pequeña biopsia), ahora se pueden hacer intervenciones de mayor complejidad.” Esto ha supuesto una reducción de hasta el 70% en listas de espera de su centro, con el ahorro económico que supone y las ventajas de evitar a una paciente su paso por quirófano.
Hay algunos factores que influyen en cuanto a realizar o no esta técnica en consulta, y el dolor es uno de ellos, la percepción del mismo que tiene la paciente, sus experiencias previas o, si sufre dolor crónico.
“Hay otros factores que influyen mucho, como es la confianza que la persona tiene en el profesional que le va a atender y le va a hacer ese procedimiento, e incluso la logística del propio sitio donde se va a hacer el procedimiento; que sea una consulta silenciosa, bien organizada, con la gente precisa, que el tiempo de espera sea corto, …” considera Carmona. Hay un estudio que concluye que tiempos de espera mayores de 60 minutos para un procedimiento multiplica hasta por cinco la percepción del dolor que esa paciente va a tener durante el procedimiento.
El dolor en la inserción de un DIU
En un estudio[1] que evaluaba la intensidad de dolor experimentada por la paciente y la percibida por el médico durante la inserción de DIU se observó que la media del dolor máximo experimentado por las pacientes fue de 64,8 mm (escala visual analógica de 100 mm) en comparación con 35,3 mm calificada por el médico (p<.001).
“El DIU es un método anticonceptivo con buen perfil de eficacia y seguridad, sin embargo, en nuestro país, es un medio poco utilizado; las mujeres le pueden tener cierta aprensión, sobre todo por el tema del dolor”, explica el doctor Carmona; “es muy importante comentar con la paciente si tiene alguna experiencia previa, valorar lo que se llama el dolor anticipatorio, es decir, cuando la paciente saber que va a tener mucho dolor por lo que le han comentado”.
Comunicación con la paciente
Losada apunta que “los nuevos protocolos clínicos y la utilización de instrumental médico en las exploraciones ginecológicas o pequeñas intervenciones, comportan un cierto grado de invasividad y, por lo tanto, pueden provocar dolor en mayor o menor medida”
“Cuando se pauta un procedimiento es muy importante comentar con la paciente que puede haber dolor, y preguntarle si tiene experiencias previas, porque el dolor es el principal motivo por el que muchas pacientes rechazan estos procedimientos ambulatorios”, indica el doctor Carmona. “Muchos profesionales tienen miedo de hablar del dolor cuando indican un procedimiento terapéutico por el miedo a que la paciente rechace el procedimiento, además, es un tema sobre el que los médicos tenemos en general, poca formación” concluye.
[1] Maguire K, et al. Contraception. 2014 Jan;89(1):22-4.