Un estudio premiado en el 32º Congreso de la SEF concluye que a las mujeres que tienen una menor distancia entre el ano y la vagina, se les asocia una baja respuesta ovárica
- Cuando el área media de la cabeza espermática de una muestra de semen es mayor de 14.5 micras cuadradas, el varón es menos fértil. Así concluye el estudio llevado a cabo en la clínica CREA y que ha sido galardonado con el primer premio de Investigación Básica de la SEF.
Madrid, 28 de Mayo de 2018.- Dos estudios que ahondan en nuevos factores a tener en cuenta para determinar el pronóstico reproductivo, se han alzado con el primer premio de investigación clínica y básica, respectivamente, en el 32º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), celebrado del 16 al 18 de Mayo en Madrid.
El premio de Investigación Clínica, titulado La Distancia Ano Genital (DAG) como biomarcador de respuesta ovárica en los ciclos de FIV, llevado a cabo en el Hospital Clínico de Barcelona y en la clínica Dexeus, concluye que el acortamiento de la DAG se asocia a una baja respuesta a la estimulación ovárica y podría poner de manifiesto el efecto nocivo de ciertos factores endocrinológicos y ambientales sobre la reserva ovárica en fase prenatal.
La primera autora de este estudio, la dra Joana Peñarubia Alonso, llevó a cabo esta investigación mediante la observación de 437 pacientes de Fecundación In Vitro. “Factores nutricionales, ambientales y tóxicos pueden afectar la reserva folicular ovárica en vida prenatal. La DAG es un biomarcador del ambiente hormonal-prenatal tal como se ha demostrado en pacientes con síndrome de ovario poliquístico (SOP) y endometriosis. De ahí que nos planteásemos analizar la relación de la DAG con los marcadores de reserva ovárica y con la respuesta a la estimulación ovárica con gonadotrofinas”, ha explicado la experta.
El premio de Investigación Básica, titulado El area media de la cabeza espermática de una muestra de semen predice mejor el FISH alterado que el recuento o la morfología espermática, llevado a cabo en la clínica de fertilidad CREA, concluye que el tamaño de la cabeza del espermatozoide es un parámetro a tener en cuenta a la hora de valorar la fertilidad del varón.
Para llevar a cabo este estudio se analizaron 153 ciclos de Inseminación artificial en mujeres menores de 39 años; 43 ciclos de ICSI con ovocitos propios en mujeres menores de 36 años; y 54 ciclos de ovodonación. Se consideró un área media de la cabeza espermática alterada aquella que superaba las 14,5 micras cuadradas (dato obtenido con anterioridad de un grupo de donantes fértiles con FISH normal).
“Siendo conscientes de estos resultados, ante la detección de un área de la cabeza espermática alterada, se podría indicar la realización de FISH en espermatozoides para poder ofrecer un tratamiento más específico a cada pareja, adaptándonos a sus necesidades” y así aumentar las probabilidades de éxito, ha explicado el doctor Miguel Ruiz, director de CREA y autor de este estudio.
“La ventaja de este parámetro es que es una información que se obtiene desde el primer espermiograma y de forma sencilla. Normalmente, se pide un FISH a pacientes que ya acuden tras haberse hecho varios tratamientos de reproducción asistida fallidos o haber tenido dos o más abortos. Ahora, con este nuevo parámetro, solicitamos FISH en espermatozoides en cuanto comprobamos este valor elevado, porque más del 70% tendrán el FISH alterado y es una forma de tener esta información antes de que empiecen la clínica”, ha concluido el doctor.
En el 32º Congreso de la SEF, se han dado cita más de 1.000 especialistas de reproducción asistida de nuestro país y se han compartido más de 300 investigaciones en materia de fertilidad.